O REY PELÉ UNA HISTORIA DE
SACRIFICIOS Y GLORIA
Edson Arantes Do Nascimento, quizá el mejor jugador que ha tenido el mundo del fútbol, tuvo que sufrir demasiado en su niñez para lograr alcanzar la gloria eterna consagrada en su oficio.
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Pelé desde muy pequeño
empezó a mostrar interés en el deporte rey, tanto así que con un grupo de sus
mejores amigos por aquella época conformaron un equipo de fútbol para competir
con otros equipos aficionados y de divisiones inferiores. Mostrando sus
magníficos dotes él y su equipo llamado Ameriquinha alcanzaron el título de su
categoría siendo estos los primeros pinitos como futbolistas para “O Rei”.
Luego de su extraordinaria participación en este torneo, Waldemar de Brito ex
jugador de la selección brasileña de fútbol mundialista en el año 1934, se fijó
en sus cualidades y convenció a sus padres de que le permitieran unirse a las
fuerzas básicas del Santos FC de la ciudad de Sao Paulo, y abandonara el
trabajo que realizaba en una fábrica de zapatos. Accediendo a ello Edsón viajó
con su entrenador a Sao Paulo para probarse y encontrar su lugar en este equipo
tan prestigioso dentro de la idiosincrasia del fútbol brasileño.
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Con una extraordinaria
actuación en su primera temporada como jugador profesional alcanzó el título
del Campeonato Paulista edición 1956, además de ser galardonado como goleador
de la temporada y mejor jugador revelación de la misma. Pero el momento de su
estallido promocional fue en el torneo organizado en el Estadio Maracaná donde
participaban equipos de talla internacional como, Belenenses de Portugal,
Dinamo de Yugoslavia, y Flamengo y Sao Paulo por parte de los cariocas, y
obviamente el infaltable Santos. Pelé empezó a acostumbrarse a marcar goles en
cada partido que disputaba, y fue precisamente en este torneo donde empezó a
notarse esta tendencia.
Consiguiendo
una magnífica actuación en el torneo del Maracaná, y con menos de un año como
profesional, el entrenador de la selección nacional de Brasil, Vicente Feola,
se fijo en él y lo convocó para jugar la Copa Julio Roca en el Maracaná contra
el seleccionado argentino. La joven estrella consiguió en su debut su primero
gol con la “verdeamarela”, a pesar de caer derrotados ante el poderío gaucho.
Pero tres días después “O Rei” anotaría uno de los tantos que le daría la
victoria a Brasil sobre Argentina, por la misma copa pero esta vez jugado en el
estadio Pacaembú.
Siguiendo por ese excelente nivel futbolístico que había venido mostrando hasta ese momento e incluso mejorando cada vez más conforme avanzaba la temporada, finalmente fue convocado para disputar el mundial de fútbol oficiado en Suecia en el año 1958 donde seria figura indiscutida de su seleccionado, anotando los goles de la victoria en la final, a pesar de que había sido resistido por su convocatoria en lugar de Luizinho, figura indiscutible del Corinthians, motivo por el cual los hinchas del “Timao”, organizaron un partido con la selección para mostrarle al técnico su equivocación, sin embargo mostrando su casta y calidad en todo momento Pelé nuevamente anotaría, pero a un alto costo, un defensa del Corinthians golpeo de manera indiscriminada al joven “Crack”, causándole una lesión de rodilla, motivo por el cual casi es excluido de la convocatoria, pero aun así el técnico optó por llevarlo a competir, y no se equivocó ya que fue precisamente la magia del “Moreno de Oro” como lo describió en una entrevista Feola, quien le daría el triunfo a Brasil en la Final con un extraordinario gol de combinación y maestría técnica, propiciándole un sombrero al entonces defensor de Suecia, Gustavsson y definiendo sin dejar caer la esférica en uno de los goles más hermosos y recodados por toda la afición en la historia de los mundiales. Luego consiguió un gol que lo consagraría en la consecución de su primer título mundial de los tres que lo aguardan en su extraordinaria trayectoria.
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Luego
de regresar como principal figura del seleccionado brasileño de fútbol en la consecución
del título mundial en Suecia, Pelé obtuvo la titularidad indiscutible en el
club, debido a la marcha de Emmanuele del Vecchio, quien iba a hacer parte de
las filas del AC Milan en Italia. Sin embargo, cosa curiosa en su vida, fue el
hecho de que al cumplir sus 18 años tuvo que retirarse de la actividad
profesional del fútbol para prestar el servicio militar, claro está que su
pasión lo llevó a jugar en el torneo interno de batallones entre los seguidores
del Santos y los de Sao Paulo, así que nunca dejo el fútbol en su pequeño
retiro obligatorio. Tanto así que jugó con la selección de cuarteles brasileños
el campeonato sudamericano, donde recibió la primera expulsión de su carrera.
En 1959 haciendo un esfuerzo prácticamente sobrehumano tuvo que jugar para 5 equipos distintos, competencias absolutamente diferentes, y en todas ellas gracias a su responsabilidad, su extraordinaria técnica y su amor por la pelota como lo manifiesta en su biografía, logro cumplir con ese calendario tan demandante y exigente física y mentalmente. Dichos equipos eran el Santos, que consiguió una licencia para que pudiera disputar el campeonato con ellos mientras cumplía su servicio, el quipo del cuartel, la selección de Brasil, el equipo del ejercito, y la selección de los mejores jugadores de la época en Sao Paulo. Pero posteriormente todo ello le causaría problemas físicos, ya que, cuando se encontraba con el Santos en una gira por México, sufrió un choque por parte de un defensa de Necaxa y cayó desmayado, sin poder levantarse, y después de muchos y muy rigurosos exámenes, se determinó que tenía que descansar de la carga de tantos partidos seguidos. Por ello, fue relegado de una gira que tenía con el club en territorio suizo.
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tomada de es.fifa.comLuego de ese penoso episodio, fue convocado para jugar el mundial de 1962 a disputarse en territorio chileno. Con Aymore Moreira como nuevo director técnico, que a pesar del diagnóstico médico sobre la salud del jugador decidió llevarlo, con un esguince inguinal, por lo cual la estrella no pudo disputar ningún partido, dejando todo el protagonismo al fantástico “Garrincha”, que mostrando toda su calidad, fiereza, gallardía, y fortaleza saco la selección carioca adelante logrando su segunda Copa Mundial en toda la historia, que aunque Pelé no pudo disputar en campo también hizo parte de la delegación campeona y se le recuerda como tal y se exalta como su segundo título a nivel mundial con su selección.
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Después de su participación en Inglaterra, el “Crack”, decide renunciar
a la selección de su país por discrepancias con las directivas y el cuerpo
técnico, pero luego volvería a incorporarse en el año 1969, cuando asumió como
técnico en propiedad su ex compañero en el mundial de Suecia 1958, Mario
Zagallo.
Quien, en una audaz jugada convoco y reunió la que sería la mejor
selección de fútbol de todos los tiempos a nivel mundial con Pelé a la cabeza
acompañado de jugadores como Tostao, Rivelino, Carlos Alberto, el Gato Felix,
Jairzinho, Hércules Brito, Wilson da Silva Piazza, Everaldo, Clodoaldo y
Gerson. Todos jugadores de primer nivel y los mejores históricos en su posición
incluso hasta nuestros días, dejando un legado de fútbol, quizá el más
estético, llamativo y eficiente que algún aficionado a este deporte pudiera
haber visto jamás.
Coronándolo de punta a punta y de la manera más llamativa como
campeón mundial por última vez en su carrera al rey de reyes en el mundo del
fútbol, consiguiendo una actuación fenomenal durante todo el campeonato con
jugadas memorables como el engaño u ocho al arquero de Uruguay en semifinales
que hubiera sido quizá el mejor gol del campeonato, igualmente en la final ese
cabezaso al mejor estilo de los superhéroes de comics elevándose casi dos
metros del suelo, arqueando su cuerpo cual contorsionista del circo del sol, y
golpeándolo con la fortaleza de un mazo sobre un muro a destruir, sin
olvidarnos de la precisión de cirujano para enviarlo hacia el ángulo inferior
del palo izquierdo del arquero italiano, quien solamente se lanzo de manera
espectacular para agrandar el momento de gloria del rey del fútbol que además, en
una de las últimas jugadas del encuentro, habilita con un pase magistral como
con un radar de frecuencia submarina sin
ver venir a su compañero Carlos Alberto, lo habilita y este sin desaprovechar
la oportunidad manda un trallazo al palo derecho del arquero, y consigue la 4ta
anotación
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Luego de su retiro Mario Zagallo trató de convencerlo de que regresara a formar parte de la selección que disputaría el mundial de 1974, pero él se negó debido su condición de retiro. Sin embargo, debido a ciertas dificultades de índole económico tuvo que retornar a las canchas para jugar con el Cosmos FC, de la ciudad de Nueva York (USA). Después de cumplir 2 años en el club decide retirarse a sus 36 años de una vez y para siempre del césped sagrado que le brindo tantas alegrías y tristezas, en un amistoso entre el Cosmos y Santos, en el cual jugó para cada equipo un tiempo dijo adiós a las canchas el más grande de los grandes que jamás haya existido dentro de un estadio de fútbol que con humildad y sencillez nos demostró, que a pesar de todos los obstáculos que se nos presenten en el camino podemos alcanzar nuestros sueños y cumplir con nuestros objetivos.
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Tiene una cosa que ninguno de los otros, y es su corazón de campeón humilde que a pesar de las dificultades se levanta y sigue luchando hasta conseguir su objetivos, sin pasar por encima de nadie, sin importar lo complicado y lo lejano que este de su meta y esa es la enseñanza principal que “O Rei” Pelé, nos deja en todo el recorrido de su trayectoria no solo como futbolista sino como ser humano, y es por eso que no hay nadie que supere al señor del deporte que con su corta estatura logro hazañas que hasta el momento ningún otro ha logrado conseguir y es por eso que todos los aficionados al fútbol tenemos que levantarnos y hacer una ovación muy sentida al más grande de todos los tiempos ¡“O Rei” Pelé!.
Sebastián Belalcázar V.
Bibliografía
(Pelé),
E. A. (Noviembre de 1993). La Vida de "O Rei". (Q. Wolff,
Entrevistador)
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